La aprobación constante del ‘Me Gusta’ actual puede atentar contra el ‘Me Gusta’ profundo, indicó el psicólogo Ballario

 Esta mañana en el programa "Buen Día Ciudad", el psicólogo Jorge Ballario habló sobre el impacto del "Me Gusta" en las redes sociales y cómo esta práctica ha influido en distintas generaciones, especialmente en los adolescentes.

Ballario, con una trayectoria reconocida en el análisis de conductas sociales, describió el "Me Gusta" como una manifestación de aprobación que, aunque no es nueva, ha tomado un nuevo significado y un alcance masivo en la era digital.

Ballario explicó que el "Me Gusta" se ha convertido en una especie de moneda social que impulsa a las personas a buscar constante validación, no solo en redes, sino también en la vida diaria. "La gente está buscando solo lo que le gusta, y esto no es un problema en sí mismo, pero el riesgo surge cuando se evita hacer cosas necesarias o menos atractivas", afirmó. Esto, argumentó, puede llevar a una dependencia perjudicial y una pérdida de motivación para asumir desafíos que no ofrezcan una recompensa inmediata.

Para los adolescentes, el impacto del "Me Gusta" es aún más pronunciado debido a que están en una etapa de búsqueda de identidad y son especialmente vulnerables a la aprobación del grupo. Según Ballario, “los adolescentes necesitan del grupo para reforzar su identidad. Las redes sociales explotan esta necesidad, generando una especie de dependencia donde un simple ‘me gusta’ o su ausencia puede afectar el ánimo de los jóvenes.”

El psicólogo también mencionó el documental "El dilema de las redes sociales", donde ex empleados de grandes compañías tecnológicas revelan técnicas de diseño destinadas a captar la atención de los usuarios y fomentar la adicción. "Estas empresas tienen un gran poder económico y publicidad, diseñando productos cada vez más atractivos. Sus estrategias no solo logran fascinar a los jóvenes, sino que, al ser multinacionales, imponen esta cultura de validación en todo el mundo", señaló Ballario.

Para todas las generaciones, Ballario sugiere que el "Me Gusta" puede generar una gratificación vacía y a corto plazo, lo que desvía a las personas de sus verdaderos intereses y aspiraciones. En sus palabras, "el ‘Me Gusta’ actual puede atentar contra el ‘Me Gusta’ profundo, ese que realmente responde a los deseos personales y los proyectos de vida. Es esencial que las personas, especialmente los jóvenes, miren más allá de la validación instantánea y reflexionen sobre sus verdaderos intereses y vocaciones".

Finalmente, Ballario invitó a los oyentes a encontrar un equilibrio, a no depender de la aprobación virtual y a dedicarse más al autoconocimiento. Su reflexión dejó claro que, aunque el "Me Gusta" puede ser un gesto de conexión, su abuso puede llevar a una vida superficial y vacía.